ensayo
CAPÍTULO I
I. 1. Lucio V. Mansilla
Lucio V. Mansilla (1831-1913) fue
una figura multifacética en la historia argentina, conocido no sólo por su rol
como político y diplomático, sino también por su aguda y profunda reflexión
sobre la cultura y la sociedad de su tiempo. Nacido en una familia prominente, sobrino de Juan Manuel de Rosas[1],
Mansilla se convirtió en un destacado intelectual y un ferviente defensor de
las ideas liberales en el contexto de una Argentina en plena transformación. Su
obra abarca diversos géneros, pero es en sus Causeries donde se manifiestan con mayor claridad su estilo
personal y su visión crítica sobre la realidad nacional.
Las Causeries son una serie de escritos que reflejan conversaciones
informales, donde Mansilla despliega su aguda observación de la vida cotidiana
y los problemas sociales, políticos y culturales de su época. A través de estas
obras, se puede observar su talento para el relato, caracterizado por un tono
cercano y coloquial, que invita al lector a reflexionar sobre las dinámicas del
poder, la identidad nacional y las tensiones sociales presentes en el siglo
XIX. En ellas, el autor no solo expone su pensamiento, sino que también
establece un diálogo con el lector, convirtiendo sus textos en un espacio de
intercambio de ideas.
Mansilla aborda temas tan variados
como la educación, la política, la cultura, y la relación entre el campo y la
ciudad. Sus Causeries se constituyen
así en un crisol de ideas, donde se entrelazan su amor por la libertad, su
crítica a la injusticia social y su deseo de una Argentina más inclusiva y
democrática. A lo largo de sus escritos, Mansilla no duda en cuestionar las
convenciones establecidas, planteando interrogantes que siguen siendo
relevantes en el contexto contemporáneo.
En este sentido, las Causeries no solo son una manifestación
del pensamiento de un hombre de su tiempo, sino también un legado que invita a
las futuras generaciones a continuar la búsqueda de una identidad nacional más
justa y equitativa. La riqueza de su prosa, combinada con su profunda sensibilidad
hacia los problemas sociales, hace de la obra de Lucio V. Mansilla un referente
ineludible para comprender la evolución del pensamiento argentino y la
complejidad de sus interacciones culturales.
I. 2. Generación del 37 y 80
Lucio V. Mansilla tiene conexiones
tanto con la Generación del 37 como con la Generación del 80, aunque no
pertenece estrictamente a ninguno de estos grupos, ya que su vida y obra se
sitúan en un período intermedio entre ambos movimientos.
Pero, ¿qué son las generaciones del
37 y la del 80?.
La Generación del 37 fue un grupo de
intelectuales y escritores que surgió en las décadas de 1830 y 1840 en Buenos
Aires, en un contexto marcado por la consolidación de los caudillos y la
división entre unitarios y federales. Este grupo, que incluía figuras como
Esteban Echeverría[2],
Juan Bautista Alberdi [3]y
Domingo Faustino Sarmiento[4], se
reunía en la llamada "Asociación de Mayo" y estaba inspirado por las
ideas del romanticismo y el liberalismo europeo. Buscaban promover la libertad,
la educación y el progreso en un país que, según ellos, estaba estancado bajo
el régimen de Juan Manuel de Rosas.
El grupo fue opositor al gobierno de
Rosas, a quien consideraban un símbolo de la "barbarie". Entre sus
obras más importantes está el "Dogma Socialista" de Echeverría, un
manifiesto que sintetiza sus ideas sobre la libertad política y social. También
plantearon las bases del futuro constitucionalismo argentino, influyendo en la
redacción de la Constitución de 1853, después de la caída de Rosas.
En cambio, La Generación del 80 se
refiere a un grupo de dirigentes políticos, intelectuales y economistas que
llegaron al poder en Argentina en la década de 1880, tras la consolidación del
Estado nacional luego de las guerras civiles. Esta generación, compuesta por
figuras como Julio Argentino Roca, Carlos Pellegrini y Miguel Cané, promovió un
modelo de desarrollo basado en la modernización, la europeización y el progreso
económico.
Su visión se centraba en la
expansión de la educación, la inmigración masiva europea, y la construcción de
un modelo económico agroexportador que posicionó a Argentina como uno de los
países más prósperos de América Latina en ese momento. Sin embargo, su gobierno
también fue autoritario y excluyente, ya que restringía la participación política
a las élites y dejaba de lado a las clases populares y los pueblos indígenas.
Se caracterizó por una estabilidad política que duró varias décadas bajo un
sistema conservador que fue criticado por su falta de apertura democrática.
Aunque ambos grupos dejaron una
huella importante en el pensamiento político y social argentino, marcando
diferentes etapas del desarrollo del país, pero estas dos generaciones tienen
unas diferencias claves: la generación del 37 estaba enfocada en la lucha por
la libertad y la democracia, en oposición a los regímenes autoritarios, y fue
influyente en la construcción del marco constitucional de Argentina. En cambio,
la generación del 80 estaba asociada con la consolidación del Estado argentino,
promoviendo un modelo de progreso económico y modernización, pero al costo de
una exclusión política de las masas populares.
Aqui un cuadro comparativo de estas
dos distintas generaciones
Características |
Generación del 37 |
Generación del 80 |
Época |
Década de 1830 (se consolidó en
1837) |
Década de 1880 (se consolidó en
torno al inicio de la presidencia de Roca) |
Contexto político |
Post-independencia, durante el
período de luchas entre unitarios y federales. |
Consolidación del Estado nacional,
luego de la derrota de los caudillos y el fin de las guerras civiles. |
Principales representantes |
Esteban Echeverría, Juan Bautista
Alberdi, Domingo F. Sarmiento, Juan María Gutiérrez |
Miguel Cané, Lucio V. Mansilla,
Carlos Pellegrini, Eduardo Wilde, Vicente Quesada |
Ideología |
Liberalismo romántico, influencia
del pensamiento europeo (especialmente francés). Reivindicación de la
civilización frente a la barbarie. |
Positivismo, impulso de la ciencia
y el progreso material, fe en el desarrollo técnico y educativo del país. |
Obra literaria principal |
"El Matadero"
(Echeverría), "Facundo" (Sarmiento), "Dogma socialista"
(Alberdi) |
"Juvenilia" (Miguel
Cané), "Cosas de negros" (Eduardo Wilde), "Gato por
liebre" (Lucio V. Mansilla) |
Tendencias estéticas |
Romanticismo, tono crítico hacia
la situación política del país. Interés por la poesía y el ensayo
filosófico-político. |
Realismo y naturalismo. Predomina
el ensayo, la crónica y las obras autobiográficas. |
Visión de la cultura |
Valoración de la cultura europea
como modelo de progreso, especialmente Francia. Enfrentamiento con las
tradiciones autóctonas consideradas como "barbarie". |
Defensa del progreso educativo y
la ciencia. Promoción de una Argentina moderna, ordenada y racional basada en
valores liberales positivistas. |
Postura sobre la organización del Estado |
Federalismo unitario, con
tendencia hacia el centralismo. Propuesta de modernización del país frente al
caudillismo. |
Consolidación del Estado nacional,
con enfoque en el crecimiento económico y la inmigración como base del
progreso. |
Tema recurrente |
El enfrentamiento entre
civilización y barbarie. Propuesta de construcción de un Estado moderno
frente al caudillismo. |
El progreso de la nación a través
de la ciencia, la educación y la inmigración. Reflexiones sobre la modernidad
y el avance económico. |
Legado |
Sentaron las bases para el
pensamiento político argentino, especialmente en términos de organización
nacional. Promovieron ideas republicanas y modernizadoras. |
Contribuyeron a la consolidación
del Estado argentino y al desarrollo de un pensamiento más pragmático y
orientado hacia el progreso material del país. |
Ambas generaciones tuvieron una gran
influencia en la formación de la identidad argentina y el desarrollo de su
pensamiento político, aunque desde enfoques diferentes.
CAPÍTULO
II
La trama conversacional es un
concepto que se refiere a la dinámica e intercambio verbal que tiene lugar
entre dos o más interlocutores en una interacción comunicativa. Este tipo de
trama se caracteriza por el flujo de información, preguntas, respuestas, turnos
de habla y el propósito de la conversación. En el ámbito literario, la trama
conversacional toma relevancia cuando los diálogos se convierten en un recurso
esencial para avanzar en la historia, revelar características de los personajes
o exponer conflictos.
Una trama conversacional efectiva
depende de varios elementos clave, como los actos de habla (promesas,
peticiones, afirmaciones), el respeto de los principios de cooperación
propuestos por Grice, la situación comunicativa y la observación de las máximas
conversacionales. Estos principios establecen las bases para una conversación
fluida, coherente y comprensible, permitiendo que el intercambio de ideas sea
eficaz y comprensible para los participantes y lectores. En textos literarios
como "Gato por liebre" de Lucio V. Mansilla, los diálogos entre
personajes juegan un papel importante para reflejar la crítica social y los
malentendidos, elementos que subyacen a la trama central del relato.
II. 1. Actos de habla
Los actos de habla[5] son
acciones que realizamos mediante el lenguaje cuando nos comunicamos. No solo se
trata de transmitir información, sino de hacer cosas con las palabras.
Cada vez que
hablamos, estamos realizando uno o más de estos actos de habla, que pueden clasificarse en tres nivele acto locutivo, acto ilocutivo, acto perlocutivo,
pero para que se entienda mejor, hay un cuadro que los organiza, ejemplificando con "Gato por liebre":
Tipo de Acto de Habla |
Ejemplo en el Texto |
Descripción del Acto |
Intención (Acto Ilocutivo) |
Efecto en el Lector (Acto
Perlocutivo) |
Asertivo[6] |
"Nosotros
los argentinos... nos mentimos y engañamos a cada paso." |
Mansilla
afirma una verdad sobre la sociedad argentina. |
Denunciar
la hipocresía social. |
Provocar
la reflexión sobre las mentiras cotidianas en la sociedad. |
Directivo
[7] |
"¿Acaso no te ha pasado, lector amigo, que más de una
vez has descubierto que aquello que creías tan bueno no era más que gato
disfrazado?" |
Mansilla hace una pregunta retórica. |
Invitar al lector a reflexionar sobre sus propias
experiencias con el engaño. |
Hacer que el lector se identifique con la crítica y
reconozca su participación en las apariencias engañosas. |
Expresivo[8] |
"Nos dejamos deslumbrar por los brillos de lo falso,
creyendo que es oro lo que no es más que latón bien pulido. |
El autor expresa su desdén por las apariencias engañosas |
Mostrar desilusión y crítica hacia la superficialidad
social. |
Generar empatía y conciencia en el lector sobre la
falsedad de las apariencias. |
Comisivo
[9] |
"Todos sabemos lo que estamos comprando, aunque
prefiramos cerrar los ojos..." |
Mansilla insinúa que es consciente de la falsedad, pero
que la sociedad prefiere ignorarla. |
Implicar que el lector también debe asumir la verdad en
lugar de autoengañarse |
Fomentar la toma de conciencia del lector sobre su
complicidad en el autoengaño. |
II. 2. Principios de cooperacion y
máximas conversacionales
El principio de cooperación es el supuesto pragmático general de
intercambio comunicativo, por el que se espera un determinado comportamiento en
los interlocutores, como consecuencia de un acuerdo previo, de colaboración en
la tarea de comunicarse. En otras palabras, es la voluntad del hablante a
sumergirse en el acto comunicativo que permite que este se lleve adelante o no.
Dentro de este principio general se distinguen cuatro categorías de las cuales
pertenecen las máximas.
Las máximas son unos principios
generales de cooperación que, gracias a ello, damos la información necesaria,
hablamos de cosas que tienen relación con el tema hablado e intentamos que
nuestro receptor nos entienda.
Mansilla, en sus Causeries y otros
escritos, se destaca por su estilo conversacional y su habilidad para abordar
temas complejos de manera accesible y envolvente.
Pero… ¿Cuáles son estas máximas y
para qué sirve cada una?. Estas son 4, máxima de calidad, máxima de cantidad,
máxima de relevancia y, por último, máxima de modo.
máxima
de calidad |
máxima
de cantidad |
máxima
de relevancia |
máxima
de modo |
No decir lo que se cree que es
falso, ni dar información de la que no tiene evidencia suficiente. Esta máxima sugiere que los
hablantes deben ser sinceros y basar sus afirmaciones en la verdad. |
No hay que dar más información de
la necesaria, pero tampoco menos. La idea es que los participantes
en una conversación deben contribuir con la información que se necesita para
avanzar la conversación. |
Hay que asegurarse que lo que dice
es pertinente para el tema en discusión. Las contribuciones deben estar
relacionadas con el contexto de la conversación, para que el intercambio sea
significativo y fluido. |
Hay que evitar la ambigüedad y la
confusión. Ser ordenado en la presentación de ideas y evitar la vaguedad.
Esto incluye el uso de un lenguaje comprensible y bien estructurado. |
En
mi causerie elegida, “Gato por liebre”[10], Mansilla
también juega con estas máximas conversacionales. A menudo, sugiere más de lo
que dice explícitamente, invitando al lector a pensar.
Máxima de Cantidad:
En esta máxima, Mansilla logra un
balance en la cantidad de información que proporciona. En "Gato por
liebre", en la cual, expone sus ideas sobre la hipocresía y el engaño en
la sociedad argentina de su tiempo, brindando suficientes ejemplos y
reflexiones para que el lector comprenda su crítica sin caer en la redundancia.
Ejemplo: Cuando se refiere a la situación
política y social, utiliza anécdotas que ilustran sus puntos, sin extenderse
innecesariamente, lo que mantiene el interés del lector.
Máxima de Calidad:
Con respecto a la máxima de
calidad, el es conocido por su
compromiso con la verdad. En "Gato por liebre", presenta sus
observaciones de manera honesta y crítica. La obra no oculta las
contradicciones de la sociedad, reflejando una actitud de sinceridad en su
discurso.
Ejemplo: Su análisis de la doble moral y la
corrupción revela la realidad social de Argentina, permitiendo al lector
discernir la autenticidad de su voz.
Máxima relevancia:
Según la máxima de relevancia, el se
enfoca en temas que son relevantes para su audiencia, estableciendo conexiones
claras entre sus observaciones y las preocupaciones contemporáneas. La obra
aborda problemas que todavía resuenan en el presente, lo que mantiene su
relevancia.
Ejemplo: Al discutir la educación y la
moral en la sociedad, Mansilla conecta estos temas con las injusticias
sociales, lo que le da un sentido de urgencia y pertinencia a su crítica.
Máxima de Modo:
Por último, en la máxima de modo, el
estilo de Mansilla es accesible y claro, lo que facilita la comprensión de sus
ideas. Utiliza un lenguaje rico, pero sin complicaciones innecesarias, lo que
permite que sus puntos sean fácilmente asimilados por el lector.
Ejemplo: En su prosa, utiliza metáforas y
comparaciones que, aunque pueden ser poéticas, están estructuradas de manera
que contribuyen a la claridad del mensaje.
II. 3. Situación comunicativa:
La situación comunicativa se refiere
al contexto en el cual ocurre un intercambio de información entre un emisor y
un receptor. Comprender esta situación es esencial para analizar cómo se
desarrollan las interacciones comunicativas, ya que influye en el significado,
el tono, y el propósito del mensaje.
Pero para que se entienda mejor acá dejo algunos ejemplos
con gato por liebre.
Situación 1:
● Emisor: Mansilla.
● Receptor:Mansilla.
● Código: El lenguaje
coloquial, incertidumbre e interés.
●
Contexto: un pensamiento sobre la situación
social de ese momento.
Situación 2:
● Emisor: Mansilla.
● Receptor:Mansilla.
● Código: El lenguaje
coloquial y eufórico.
●
Contexto: Mansilla quiere hacer notar que lo
que la gente cree que es hecho en Europa en realidad no, haciendo referencia a
que viven en el engaño político y social del que habla en toda esta causerie.
Situación 3:
● Emisor: Mansilla.
● Receptor:Mansilla.
● Código: El lenguaje
coloquial con incertidumbre.
●
Contexto: Mansilla habla mucho sobre la
situacion social, entonces tiene una especie de “miedo” de que le va a pasar
por todo esto.
II. 4. Causeries
El día jueves 16 de agosto de 1888
marca el comienzo de una prolifera relación escrituraria que Lucio Mansilla
mantendrá durante el espacio de dos años con el periódico Sud-América. Sus
Causeries, charlas amenas donde predomina el recurso de la digresión y se
despliega el anecdotario autobiográfico, a través de las cuales el autor
consiguió consolidar, como señalan algunos autores, “un género de exclusivo uso
personal, inconfundible en su marca, inimitable”. Se siguieron publicando hasta
el 28 de agosto de 1890. Luego se compilaron y se llegaron a publicar nueve
volúmenes. Se trata de textos breves, de carácter elogioso y bajo nivel de
impersonalidad, que salen en la sección “Noticias” del diario, entremezclados
con las novedades políticas, culturales, policiales, deportivas, entre otras.
Se registraron un total de 120 entregas para el diario.
El jueves 28 de agosto de 1890 se
publica “La madre y el hijo”[11], última causerie que aparece en el folletín
del Sud-América. El cierre de la última causerie es un “Post-Scriptum” donde
Mansilla anunció: “Lector: aquí suspendo por el momento estas Causeries […] Me
despido, pues, hasta que soplen vientos más propicios para las letras (bellas o
no).” Lo increíble del caso es que los editores de Sud-América se enteran del
cese de la colaboración de Mansilla con el diario a través de ese texto. Al día
siguiente aparece un largo suelto titulado “La colaboración del General Lucio
V. Mansilla”, donde se percibe la sorpresa y consternación de los editores,
quienes señalan: “Aunque no tenemos confirmación oficial […] parece que el
general suspende su colaboración literaria”
La “causerie” que quiere decir
“charla” en francés, es un tipo de narración creada por Mansilla y que se hizo
característica de los escritores de la generación del 80’. Hay en ellas:
• La voluntad de entretener, de
lograr que el lector no se aburra.
• La brevedad, el carácter
ensayístico y fragmentario.
• La autobiografía: el gran tema de
Mansilla es él mismo y luego Rosas.
• El humorismo que muchas veces se
logra por la auto confesión de debilidades.
• El tono de la conversación, un
estilo que trata que la escritura parezca
absolutamente natural
II.5. Cierre del capítulo
La trama conversacional en
"Gato por liebre" no solo se presenta como un recurso narrativo, sino
como un reflejo de las complejas dinámicas sociales. Al jugar con las normas
del lenguaje y la comunicación, Mansilla nos recuerda que detrás de cada acto
de habla hay una intención, y detrás de cada conversación, una realidad que
muchas veces se oculta bajo la superficie.
En esta causerie, Mansilla utiliza
su estilo conversacional para revelar la crítica social detrás del engaño
cotidiano. A través de los principios de cooperación y las máximas
conversacionales, el autor alterna entre respetar y romper las normas del lenguaje
para subrayar la ironía y el autoengaño en la vida social. Los actos de habla,
cargados de sarcasmo, invitan al lector a reflexionar, mientras que la
situación comunicativa de la causerie mantiene un tono cercano e informal,
involucrando al lector como cómplice. Así, Mansilla utiliza la conversación
como un medio para exponer las trampas sociales.
CAPÍTULO
III
La trama narrativa es el entramado
de eventos y acciones que conforman el desarrollo de una historia. En una obra
literaria, la trama organiza los acontecimientos, dándole sentido y coherencia
a la narración. No solo se trata de los hechos que suceden, sino también de
cómo están estructurados en relación con el tiempo, los personajes y el
espacio. A través de la trama, el lector sigue el flujo de los eventos y
comprende la lógica interna de la historia, así como las motivaciones y
conflictos que mueven a los personajes. Así, la trama narrativa es el corazón
de cualquier relato, y su construcción influye directamente en la experiencia
del lector.
III. 1. Cuadro actancial
Un cuadro actancial es una
herramienta de análisis utilizada para descomponer y entender las estructuras
narrativas de un texto. Desarrollado por el semiólogo Algirdas Julien Greimas,
este esquema permite identificar los roles que desempeñan los diferentes
personajes, objetos y elementos dentro de la trama, independientemente de si
estos son individuos, ideas o conceptos. El cuadro actancial organiza estos
elementos en función de las relaciones que se establecen entre ellos,
facilitando la comprensión del conflicto central de la historia y las fuerzas
que intervienen en su desarrollo.
El cuadro actancial se construye
alrededor de cinco funciones o roles actanciales:
- Sujeto: Es el personaje o fuerza que
impulsa la acción del relato, que busca alcanzar un objetivo.
- Objeto: Es el fin o meta que persigue el sujeto..
- Destinatario: Es quien recibe los beneficios (o perjuicios) una vez
que el sujeto alcanza el objeto. Puede ser el propio sujeto o un tercero.
- Oponente: Son las fuerzas o personajes que se oponen al sujeto,
dificultando la consecución de su objetivo.
- Ayudante: Son los personajes, elementos
o circunstancias que asisten al sujeto en su búsqueda del objeto.
Este modelo permite no solo analizar
personajes individuales, sino también conceptos abstractos (como ideas, valores
o instituciones) que influyen en la narrativa. Al aplicar un cuadro actancial,
se logra una comprensión más profunda de las dinámicas de poder, los conflictos
internos y externos, y los propósitos que impulsan la trama.
Aca un ejemplo de
este cuadro con el texto “Gato por liebre”:
III. 2. Análisis del relato
Una forma de analizar un texto es
utilizando el “análisis del relato”. Es un análisis que integra los tiempos del
relato, personajes, perspectiva del autor, entre otras cosas. Además es una
buena técnica para no olvidarse de todos los detalles más importantes de la
historia, sin la necesidad de releerlo.
El creador de este análisis es
Gérard Genette,[12]
Este escritor distingue, en el texto narrativo, tres instancias:
● La historia: conjunto de hechos o acontecimientos narrados,
presentados de acuerdo a un orden lógico y cronológico.
● El relato: discurso oral o escrito que materializa la historia, es
decir, el texto narrativo concluido que conforma un todo significativo. También
se conoce como texto.
● La narración: hecho o acción verbal que convierte a la historia en
relato. Es el hecho narrativo productor y la situación real o ficticia en que
se produce el acto narrativo.
La historia y la narración no
existen, para el lector, si no es por el relato. Gérard afirma que la
articulación entre los niveles de la historia con el relato, la narración con
el relato y la historia con la narración se puede estudiar mediante la observación
y el análisis de tres instancias: tiempo, modo y voz.
Tiempo
En el tiempo, se analizan las cosas
narradas. Se pueden ver desde tres aspectos distintos: Orden, Duración y
Frecuencia.
Orden:
Es la manera en la que están narrados los hechos, pueden ser cronológicos (los
hechos se narran de forma lineal) o acronológico (se presentan rupturas en la
narración que permite que el narrador se
traslade al pasado o al futuro), pero también, dentro de ellas están la
analepsis (la narración se interrumpe para ir al pasado (flash back)) y la
prolepsis (el narrador anticipa
hechos que van a ocurrir). Por ejemplo, en "Gato por liebre" se puede
clasificar como acronológico, ya que no sigue un orden lineal estricto en su
narración de los hechos y la analepsis también se encuentra en este texto..
En lugar de presentar una secuencia
temporal clara y lineal, Mansilla emplea saltos en el tiempo, donde combina
reflexiones actuales, anécdotas pasadas y comentarios que no siguen un orden
temporal cronológico específico. Este uso de diferentes temporalidades refleja
un estilo más libre y conversacional.
Duración: permite acelerar el ritmo
narrativo o desacelerarlo. Las cuatro clasificaciones que existen en esta categoría
son la escena, la cual permite que el ritmo narrativo avance rápidamente porque
los personajes dialogan entre sí, la pausa, esta categoría hace que la
narración se detenga coincide con las descripciones de personajes, lugares y
hechos, el resumen, que permite avanzar rápidamente en la historia narrada y
finalmente la elipsis, la cual es no contar hechos, por ser estos demasiado
importantes o por carecer de importancia para la historia que se está narrando.
En
mi causerie elegida, predomina la pausa. Mansilla utiliza este recurso
principalmente para detener la acción y reflexionar o describir en detalle
diversas situaciones y comportamientos sociales. Este es un relato más centrado
en la observación y el análisis que en el avance de una historia propiamente
dicha.
Por
último, Frecuencia: esta categoría
determina cuántas veces se narró un hecho específico y cuántas veces sucedió.
Esta se divide en 2 factores muy importantes, la cuales son relato e historia,
el relato es contar un acontecimiento y la historia es el hecho que ocurrió.
Para determinar qué tipo de frecuencia predomina no se debe incluir una cita
del texto, pero es de suma importancia justificar la respuesta. Hay cuatro
subcategorías para analizar la frecuencia, las cuales son el relato singulativo,
se relata una vez lo que pasó una vez en la historia, el relato singulativo
anafórico, se relata varias veces lo que pasó varias veces en la historia, el
relato repetitivo, se relata varias veces lo que pasó una vez en la historia, y
finalmente el relato iterativo, en el que se relata una vez algo que sabemos
que pasa siempre en la vida del personaje
En el relato de Mansilla, predomina
el relato iterativo, en la cual se relata una vez algo que sabemos que ocurre
de manera recurrente o habitual en la vida del personaje o en la sociedad en
general. Él reflexiona sobre conductas que se repiten constantemente en la vida
cotidiana de los argentinos.
Modo
Es la manera en la que están
narrados los sucesos. Se subdivide en dos categorías, relato de acontecimientos
y relato de palabra.
Relato de acontecimientos: Es la secuencia narrativa de los
hechos. En esta categoría se debe contar el argumento del texto con oraciones
unimembres. Aquí dejo el ejemplo con “gato por liebre”:
- Explicación del significado de
la expresión "dar gato por liebre"
- Reflexión sobre cómo el engaño
está presente en la sociedad
- Ejemplo de una situación de
engaño cotidiano
- Análisis del autoengaño
- Paralelo con la vida política y
social
- Relación entre el engaño y la
apariencia
- Complicidad en el engaño social
- Conclusión irónica sobre la
naturaleza del engaño
Relato de palabra: está constituido por dos
subcategorías: Distancia y perspectiva.
Distancia: permite determinar qué tan cerca o
qué tan lejos está el narrador de los
hechos que relata. Hay tres maneras que indican la posición del
narrador:
▪
Discurso Narrativizado: es cuando hay un narrador que relata los
hechos.
▪
Discurso Directo: es cuando el narrador no interviene y deja que los
personajes dialoguen entre sí
▪
Discurso Indirecto: cuando el narrador dice lo que dicen los personajes.
Asume la voz del personaje.
En "Gato por liebre",
predomina el discurso narrativizado ya que el narrador se mantiene en una
distancia reflexiva y crítica respecto a los acontecimientos que describe.
Con respecto a la
perspectiva, esta subcategoría determina desde qué punto de vista se narran
los hechos. Existen tres focalizaciones:
Cero, Interna y Externa
▪
Focalización cero: el narrador
ve todo lo que los personajes hacen, tiene una
mirada panorámica, general de los hechos. A veces coincide con el
narrador omnisciente.
▪
Focalización interna: los
hechos se narran desde la perspectiva del protagonista y vemos solo lo que él ve.
▪
Focalización externa: es
cuando el autor ingresa en su propio universo ficcional y es un personaje de la historia. Esto sucede
en las novelas autobiográficas por
ejemplo.
La focalización cero es la que predomina en "Gato
por liebre", ya que el narrador proporciona una visión completa y
crítica de la realidad, más que limitarse a la perspectiva de un solo personaje
o a una observación externa.
VOZ:
Para finalizar el análisis de voz, es la categoría que
analiza las características del narrador.
Se debe determinar cuántas voces
aparecen en el relato que cuenten la historia y si los hechos solo suceden en
la ficción o tienen alguna relación con
la realidad.
La voz se divide en tres subcategorías: Persona, Niveles narrativos y Tiempo de la narración. En este apartado no se cita, solo se
determina cuál corresponde al texto
leído y se justifica cada una.
Persona: determina cuántas voces narran la historia y se divide en
dos: Homodiegética (los hechos son narrados por un solo narrador que puede ser:
Autodiegético (protagonista) o Testigo) o Heterodiegética (varias voces que
narran los hechos).
La voz narradora en "Gato por liebre" es
homodiegética, ya que está centrada en un solo narrador que ofrece su
perspectiva sobre los hechos, sin la participación de múltiples voces
narrativas.
Niveles Narrativos: acá se determina si los hechos
narrados son parte de una ficción o
tienen una relación, un correlato con la realidad. Pueden ser:
Intradiegético[13],
extradiegético[14]
metadiegético[15].
"Gato por liebre" se inscribe en el nivel
extradiegético porque los hechos y reflexiones presentados por Mansilla tienen
un correlato con la realidad, aunque se expresen en un formato narrativo.
Tiempo De La Narración: se determina cuándo cuenta el
narrador los hechos, desde qué lugar lo hace, es decir los relata cuando ya
sucedieron o antes de que sucedan. Ulterior[16] (pasado),
anterior[17]
(futuro), simultáneo[18]
(presente) y por último, intercalado[19].
Finalmente en esta causerie que analizamos de Mansilla, el tiempo de la narración es
ulterior (pasado), ya que los hechos y reflexiones que presenta el narrador ya
han ocurrido y son relatados desde una posición temporal posterior.
Para cerrar este capítulo sobre la
trama narrativa en Gato por liebre, hemos visto cómo los cuadros actanciales y
el análisis del relato a través del tiempo, modo y voz nos ayudan a entender
mejor la historia. Los cuadros actanciales nos permiten ver los roles de los
personajes, cómo interactúan entre ellos y cómo se relacionan temas como el
engaño, la verdad y el autoengaño, que son centrales en la obra de Mansilla.
En cuanto al análisis del relato, el
tiempo en Gato por liebre no sigue un orden lineal; Mansilla usa saltos al
pasado para hacer reflexiones o recordar situaciones. Esto enriquece la
narración y destaca la crítica a los comportamientos sociales de la época. El
modo de narrar, donde el narrador cuenta y analiza los hechos, nos muestra una
postura crítica y distante, lo que le da un tono irónico a la historia.
Finalmente, la voz en el relato es homodiegética, lo que significa que el
narrador es parte de la historia y nos cuenta los eventos desde su propio punto
de vista.
Básicamente, tanto los cuadros
actanciales como el análisis de tiempo, modo y voz nos muestran cómo Mansilla
estructura su historia y cómo construye su crítica sobre la falsedad y el
autoengaño en la sociedad argentina de su época.
CAPÍTULO
IV
La trama descriptiva se centra
justamente en la descripción, en contar cómo son los objetos, personas,
lugares, animales, sentimientos, etc. Responde a la pregunta cómo es? y abundan
los adjetivos. Esta trama suele encontrarse dentro de otras. Algunos modelos
son las guías de viaje, novelas, cuentos, cartas, diarios y demás.
IV. 1. Mecanismos de cohesión
En "Gato por liebre" de Lucio V. Mansilla, se emplean varios
mecanismos de cohesión para mantener la unidad y coherencia del texto,
facilitando la comprensión y el flujo de las ideas. Estos mecanismos son
fundamentales para articular las reflexiones críticas y el tono irónico de la
obra. A continuación se describen algunos de los principales mecanismos de
cohesión utilizados:
Repetición
● Mansilla emplea la repetición de
ciertos términos clave para subrayar los temas centrales de su crítica. La
expresión "gato por liebre" se repite a lo largo del texto,
funcionando como una metáfora que encapsula el engaño y la hipocresía que el
autor denuncia. Esta repetición refuerza el mensaje principal y mantiene el
enfoque en la falsedad de las apariencias sociales.
● También repite términos como
"hipocresía", "mentira" o "engaño", consolidando
la unidad temática del texto.
Sustitución Léxica, Sinónimos y Pronombres
● Para evitar la monotonía de la
repetición, Mansilla recurre a la sustitución léxica. Por ejemplo, cuando alude
al engaño, utiliza sinónimos como “farsa”, “engaño”, “mentira”, “falsedad”, lo
que permite un desarrollo fluido del discurso sin abandonar el eje central.
● El uso de pronombres como
"nosotros", "todos", "uno", refuerza el carácter
colectivo de la crítica, evitando menciones directas a individuos específicos,
y generando una sensación de inclusividad en la reflexión.
Conectores Lógicos
● Los conectores lógicos son
esenciales para estructurar el discurso crítico de Mansilla. Utiliza
expresiones como "porque", "sin embargo", "por
consiguiente", "además", "es decir" para articular sus
argumentos, proporcionando una relación lógica entre las ideas.
● Por ejemplo, al criticar la falsedad
social, Mansilla establece una secuencia de causas y consecuencias, donde cada
idea lleva a la siguiente mediante conectores, lo que permite que el texto
fluya con coherencia.
Elipsis
● Mansilla emplea la elipsis para
evitar repeticiones innecesarias y agilizar el discurso. Este mecanismo de
cohesión implica la omisión de elementos que ya han sido mencionados y que el
lector puede inferir a partir del contexto.
● Por ejemplo, cuando Mansilla alude a
situaciones sociales o comportamientos que ya ha descrito, puede simplemente
hacer referencia a ellos sin repetir la explicación completa, confiando en que el
lector entenderá de qué habla.
Reformulación
● Mansilla utiliza la reformulación
para explicar, aclarar o enfatizar ciertos puntos. Esto es evidente cuando
ofrece ejemplos o analogías que explican la misma idea desde distintos ángulos.
Al reformular, permite que el lector tenga una mejor comprensión del mensaje
principal. Frases como "en otras palabras" o "dicho de otro
modo" son comunes en su estilo.
Anáforas
● Las anáforas son otro recurso que
Mansilla utiliza para darle cohesión al texto. Por ejemplo, puede repetir una
misma estructura al inicio de varias frases o párrafos para enfatizar un
concepto o reforzar una idea. Este tipo de repetición estructural ayuda a fijar
los temas importantes en la mente del lector y a darle un ritmo constante al
texto.
IV. 2. Semiótica
Signos lingüísticos[20]
En el análisis de los signos
lingüísticos presentes en "Gato por
liebre", se destacan varios elementos que permiten comprender cómo el
autor construye su crítica social a través del lenguaje.
En esta causerie, Mansilla utiliza
tanto signos lingüísticos tradicionales como una serie de recursos para
enriquecer el texto y permitir transmitir su crítica de manera efectiva. Por
esto, ahora se detallan algunos de los signos lingüísticos clave:
Metáfora Central: "Gato por liebre"
Se refiere a un engaño, es decir,
presentar algo de menor valor o calidad como si fuera algo superior o más
valioso. En el contexto de la obra de Mansilla, esta metáfora muestra la idea
de que la sociedad argentina de esta época acepta apariencias engañosas y
promesas vacías, tanto en el ámbito político como social.
La elección de esta metáfora es
central en el texto, ya que se trata de una frase fácilmente comprensible para
los lectores, lo que facilita la conexión entre el emisor (Mansilla) y el
receptor (el público lector). Al usar este signo lingüístico, el autor refuerza
su crítica al comportamiento hipócrita de la élite.
Términos Asociados al Engaño y la Hipocresía
Mansilla utiliza repetidamente
términos que funcionan como signos lingüísticos relacionados con el engaño y la
falsedad. Estos términos no solo tienen un significado denotativo, sino que
también transmiten una fuerte carga crítica en el contexto del texto:
"hipocresía".
Esto significa actuar de manera
contraria a lo que se dice o se profesa. Mansilla usa este término para
referirse a la actitud de la clase dirigente, que dice actuar en beneficio del
pueblo pero en realidad persigue intereses personales.
"mentira", "farsa", "engaño".
Estas son palabras clave que
refuerzan el tema del fraude social y político. Representan lo que Mansilla
percibe como la base del comportamiento de las élites: actuar bajo apariencias
falsas, lo que se traduce en engañar al pueblo.
Campo Semántico de lo Cotidiano y Popular
Otro conjunto de signos lingüísticos
que utiliza Mansilla es el vocabulario proveniente del lenguaje coloquial y
popular. Este tipo de léxico establece un lazo con el lector, haciendo que su
crítica sea más accesible y cercana.
"gato por liebre",
"contrato tácito de hipocresía", "nos mentimos y
engañamos".
Todas estas expresiones provienen de
situaciones del habla cotidiana, lo que permite que el texto resuene con el
lector de manera más inmediata. Estas frases funcionan como signos que no solo
transmiten el mensaje literal, sino también una crítica más profunda hacia la
manera en que las relaciones sociales están impregnadas de falsedad.
Campos Léxicos Asociados a la Sociedad y la
Política
El texto está plagado de referencias
al comportamiento social y político de la época. Mansilla usa signos
lingüísticos que remiten a estos campos, para criticar las instituciones y la
moral pública.
"sociedad", "contrato",
"políticos", "pueblo".
Estos términos son fundamentales
para entender la crítica que hace Mansilla a la estructura social y política de
su tiempo. "Sociedad", por ejemplo, se refiere no solo a la gente en
general, sino al conjunto de normas y convenciones que dictan el comportamiento
de las personas en un contexto marcado por la falsedad.
Ironía como Recurso Lingüístico
La ironía es un recurso constante en
"Gato por liebre". Mansilla
utiliza el lenguaje de manera que lo dicho no siempre coincide con lo que
realmente se quiere expresar. Este uso de la ironía se manifiesta en el
lenguaje, creando signos lingüísticos donde el significado está implícito o
debe ser interpretado en sentido contrario a lo literal.
El tono aparentemente
"ligero" con el que trata temas graves como el engaño o la
hipocresía.
La ironía refuerza la crítica social
de Mansilla. Al enunciar con ligereza lo que considera comportamientos dañinos,
Mansilla muestra su desaprobación, haciendo que el lector vea la contradicción
entre lo que se dice y la realidad.
IV. 3. Signos de puntuación
En "Gato por liebre", los
signos de puntuación juegan un papel clave en la creación de un estilo
conversacional e irónico. Estos recursos contribuyen a generar el tono y el
ritmo de la narración, reforzando la proximidad entre el autor y el lector. A
continuación, se analiza cómo Mansilla utiliza algunos de los principales
signos de puntuación:
Uso de los puntos suspensivos (...)
Los puntos suspensivos son muy
recurrentes en "Gato por
liebre", lo que refuerza el tono
reflexivo. Este signo sugiere una pausa en el discurso, como si el autor
estuviera pensando o esperando que el lector complete la idea. Además, los
puntos suspensivos invitan a una participación activa del lector en la
conversación, permitiendo que el lector interprete o medite sobre lo que viene
a continuación.
Ejemplo: "Nosotros los argentinos...
nos mentimos y engañamos a cada paso."
Aquí, los puntos suspensivos sugieren
una pausa reflexiva. El lector puede interpretar que Mansilla está dejando un
espacio para que la idea se asimile antes de continuar con la afirmación.
También, crea un efecto dramático, preparando al lector para el juicio crítico
que sigue.
Uso de las comas (,)
Las comas en el texto permiten que
Mansilla desarrolle un discurso fluido y de ritmo rápido, simulando una charla
informal y espontánea. La estructura que crea con las comas a menudo refleja un
flujo de pensamiento, permitiendo la introducción de aclaraciones, detalles o
ejemplos sin detener el ritmo de la conversación.
Ejemplo: "Nos dejamos deslumbrar por
los brillos de lo falso, creyendo que es oro lo que no es más que latón bien
pulido."
En esta oración, las comas dividen las
ideas en partes que fluyen de manera natural, como si fuera una conversación
que se despliega de manera fluida. Cada pausa en la frase permite que el lector
siga el razonamiento paso a paso.
Uso de los guiones largos (—)
Mansilla emplea los guiones largos para
insertar comentarios o aclaraciones dentro del flujo principal de la narración.
Este recurso subraya el tono conversacional, ya que el guión largo puede
introducir una observación o una reflexión personal, como si el autor estuviera
haciendo una nota al margen mientras habla.
Ejemplo: "Los argentinos —lo sé bien—
nos mentimos y nos dejamos engañar, como si fuera un pacto silencioso."
Los guiones largos aquí encierran una
aclaración que refuerza la idea central del engaño, como si Mansilla hiciera
una confidencia al lector en medio de su crítica. Este uso agrega cercanía y
hace que la narración sea más dinámica.
Uso de los signos de interrogación (¿?)
Las preguntas retóricas son otro
recurso frecuente en este texto. Mansilla las usa para interpelar al lector y
fomentar la reflexión sobre los temas que presenta. Estas preguntas no esperan
una respuesta directa, sino que buscan provocar una reflexión crítica sobre la
sociedad y las costumbres del momento.
Ejemplo: "¿Acaso no te ha pasado,
lector amigo, que más de una vez has descubierto que aquello que creías tan
bueno no era más que un gato disfrazado?"
Esta pregunta retórica no sólo invita
al lector a reflexionar, sino que también establece un diálogo implícito, creando
un tono de complicidad entre el autor y el lector. Los signos de interrogación
aquí subrayan el tono de duda y reflexión, haciendo que el lector cuestione sus
propias experiencias.
Uso de los signos de exclamación
(¡!)
Los signos de exclamación son
utilizados por Mansilla de manera medida, pero cuando aparecen, añaden énfasis
y expresividad a ciertas ideas. Este recurso refuerza el tono crítico o emotivo
en momentos clave del texto.
Ejemplo: "¡Nos mentimos y sabemos que nos
estamos mintiendo!"
La exclamación aquí amplifica la
intensidad de la crítica que hace Mansilla a la sociedad argentina, subrayando
la frustración del autor frente a la hipocresía y el autoengaño. El uso de los
signos de exclamación intensifica el impacto emocional en el lector.
Uso de los dos puntos (:)
Mansilla utiliza los dos puntos para
introducir explicaciones, aclaraciones o ejemplos que desarrollen sus ideas de
manera más clara y directa. Este signo ayuda a organizar el discurso de una
forma lógica y coherente, permitiendo al lector seguir el flujo argumental del
texto.
Ejemplo: "Lo que hacemos es simple:
nos engañamos a nosotros mismos."
Los dos puntos aquí conectan la idea
inicial con su desarrollo, proporcionando una estructura lógica que permite al
lector comprender la conclusión a la que llega el autor.
IV. 4. Glosario
En la causerie elegida en este
ensayo, algunas palabras o expresiones pueden parecer de difícil comprensión
debido al paso del tiempo o al cambio en los usos del lenguaje. Por esto,
presento un glosario con explicaciones de palabras o expresiones que pueden
resultar complicadas o que en la actualidad se dicen de manera distinta:
Glosario
- Hipocresía:
○ Definición: Falsedad o duplicidad en
las acciones o palabras, actuando de forma contraria a lo que se profesa.
- Farsa:
○ Definición: Una representación
engañosa o una mentira, algo que es una burla o trampa.
- Mentecato:
○ Definición: Persona tonta o necia,
de poco juicio.
○ Uso actual: La palabra ha caído en
desuso y sería vista como anticuada. En la actualidad, se utilizarían términos
como “necio”, “tonto” o “ingenuo”.
- Cetrino:
○ Definición: Se refiere a un color
entre amarillo y verde, pero aplicado en el texto para describir una tez de
aspecto enfermizo o desmejorado.
○ Uso actual: Es una palabra poco
común en el habla diaria actual; podría sustituirse con “pálido” o
“desmejorado”.
- Perendengue:
○ Definición: Se refiere a adornos,
cosas de poco valor que se utilizan para embellecer o decorar.
○ Uso actual: Es una palabra
prácticamente en desuso hoy en día. En su lugar, podrían usarse términos como
“adorno” o “chuchería”.
- Chanfaina:
○ Definición: Un plato tradicional,
generalmente un guiso hecho con carne y vísceras. Sin embargo, en el contexto
de Mansilla puede usarse de manera figurada para hablar de una mezcla confusa o
desordenada de cosas.
○ Uso actual: Aunque la palabra aún se
usa en referencia al plato en algunas regiones, el sentido figurado ha caído en
desuso. Podría reemplazarse por “mezcolanza” o “embrollo”.
- Sátrapa:
○ Definición: Gobernador de una
provincia en la antigua Persia. Figuradamente, se utiliza para describir a
alguien que ejerce el poder de manera despótica y corrupta.
○ Uso actual: Aunque no se usa con
frecuencia, sigue siendo comprensible en el contexto de la crítica a figuras de
poder. Se podría equiparar con “tirano” o “déspota”.
- Gazmoñería:
○ Definición: Afectación de moralidad
o religiosidad, mostrando una virtud que no se posee.
○ Uso actual: Es una palabra poco
usada actualmente. Sería más común usar “hipocresía moral” o “fingimiento”.
- Lisonja:
○ Definición: Alabanza exagerada o
falsa con la intención de ganar el favor de alguien.
○ Uso actual: Aunque aún se utiliza,
hoy en día se podría emplear “adulación” o “cumplido interesado” para referirse
a lo mismo.
- Barahúnda:
○ Definición: Gran confusión o
desorden.
○ Uso actual: Es una palabra rara en
el uso cotidiano. En su lugar, se podría decir “alboroto”, “caos” o “desorden”.
- Esquilmar:
○ Definición: Sacar provecho de
alguien o algo de manera abusiva, agotando sus recursos.
○ Uso actual: La palabra ha perdido
frecuencia en el habla diaria. En su lugar, se usarían expresiones como
“explotar”, “exprimir” o “abusar de”.
- Contumacia:
○ Definición: Terquedad o resistencia
obstinada ante una autoridad o una norma.
○ Uso actual: Esta palabra es poco
común hoy en día. Sería más habitual decir “obstinación” o “terquedad”.
- Zarrapastroso:
○ Definición: Persona de aspecto
desaliñado o descuidado.
○ Uso actual: Es una palabra en
desuso. Podría ser reemplazada por “desaliñado”, “sucio” o “andrajoso”.
- Contubernio:
○ Definición: Alianza o complicidad
con fines inmorales o ilícitos.
○ Uso actual: Aunque aún se puede
escuchar en contextos formales o literarios, hoy en día se suele decir
“complicidad” o “conspiración”.
- Adlátere:
○ Definición: Persona que acompaña o
sigue a otra, especialmente si lo hace de manera subordinada o sin personalidad
propia.
○ Uso actual: Esta palabra ha caído en
desuso y podría ser reemplazada por “seguidor” o “secundario”.
- Solapado:
○ Definición: Alguien que actúa de
manera oculta, con disimulo o falsedad.
○ Uso actual: Aún es utilizada, aunque
es menos común. Podría usarse “encubierto” o “fingido”.
IV. 5. Cierre del capitulo
La trama descriptiva nos permite
imaginar con claridad lo que el autor está contando, gracias a diferentes
recursos que hacen que el texto sea más fácil de entender. Los mecanismos de
cohesión, como la repetición de palabras y las referencias a elementos
anteriores, ayudan a que las descripciones estén bien conectadas, sin
confusiones o interrupciones. En cuanto a la semántica, el autor escoge las
palabras con cuidado, dándole más significado y detalle a lo que se está
describiendo.
Los signos de puntuación también son
importantes, ya que nos indican cómo leer el texto, marcando pausas y énfasis,
lo que ayuda a comprender mejor la descripción. Por último, un glosario con
términos difíciles o palabras menos comunes puede ser útil para entender el
significado de lo que se describe.
En conjunto, estos elementos logran
que la trama descriptiva no solo nos muestre imágenes claras, sino que también
aseguran que lo que se describe sea fácil de seguir y comprender, haciendo que
el lector se sienta más conectado con el mundo del texto.
CAPÍTULO V
La
trama argumentativa se encarga de defender ideas y expresar opiniones propias
del escritor. Estas opiniones no necesariamente deben ser académicamente
válidas ya que en cuanto a perspectivas e ideas nunca existe algo correcto. Sin
embargo, sí se deben usar ciertos mecanismos de la argumentación que permitan
expresar una idea fuerte y clara para el lector. Los verbos que expresan
opinión son abundantes y la pregunta a responder es ¿Qué pienso? ¿Qué te
parece?. Estos textos presentan una tesis o idea que se sostiene a lo largo del
desarrollo mediante argumentos para llegar a confirmar en la conclusión.
V. 1. Recursos argumentativos:
En "Gato por liebre", así
como en varias otras causeries de Mansilla, los recursos argumentativos son
utilizados estratégicamente para sostener su crítica social, desarrollar sus
ideas y persuadir al lector. Estos recursos permiten que el autor exponga su
visión sobre las apariencias engañosas y el autoengaño en la sociedad, en
particular la argentina del siglo XIX. A continuación, analizamos algunos de
los principales recursos argumentativos presentes en el texto:
Ironía
La ironía es uno de los recursos más
destacados en "Gato por liebre".
Mansilla utiliza este recurso para señalar la contradicción entre lo que la
gente aparenta y lo que realmente es. A menudo, expresa ideas que parecen neutrales, pero cuyo verdadero
significado es una crítica a las costumbres y actitudes de la sociedad.
Por ejemplo: "Aquí, querido lector, nadie da liebre por gato. Todos
sabemos lo que estamos comprando, aunque preferimos cerrar los ojos y
convencernos de lo contrario."
En esta frase, la ironía subraya la
hipocresía de la sociedad, que finge no darse cuenta de los engaños. Mansilla
critica esta actitud de autoengaño de manera sutil, dejando que el lector
reflexione sobre ello.
Preguntas retóricas
Mansilla emplea preguntas retóricas
como herramienta argumentativa para involucrar al lector en el discurso y hacer
que cuestione sus propias experiencias y percepciones. Estas preguntas no
buscan una respuesta directa, sino que tienen la intención de provocar una
reflexión crítica.
Por ejemplo: "¿Acaso no te ha pasado,
lector amigo, que más de una vez has descubierto que aquello que creías tan
bueno no era más que gato disfrazado?"
La pregunta retórica invita al
lector a reconocer que ha sido víctima del engaño en algún momento, reforzando
el argumento de que las apariencias pueden ser engañosas y que todos participan
de esa farsa, voluntariamente o no.
Analogía y comparación
A través de analogías y
comparaciones, Mansilla establece conexiones entre situaciones aparentemente diferentes
para hacer su crítica más efectiva. La expresión "dar gato por
liebre" se convierte en una analogía central a lo largo del texto para
hablar del engaño generalizado.
Por ejemplo:"Es como comprar un cuadro de
un gran maestro, solo para descubrir que es una copia.”
Al comparar el autoengaño social con
la compra de un cuadro falso, Mansilla hace que el lector entienda cómo las
personas pueden ser fácilmente engañadas al creer en algo que no es lo que
parece.
Apelación a la complicidad del lector
Mansilla se dirige al lector de
manera directa y coloquial, creando un tono de intimidad y complicidad. Este
recurso es clave para su estilo de causerie, ya que establece una conexión cercana
con el lector, invitándolo a compartir sus ideas y juicios.
Por ejemplo:"Ya sabéis, querido lector, lo
que es dar gato por liebre."
Al dirigirse de manera directa al
lector, Mansilla lo hace partícipe de su reflexión, como si ambos compartieran
la misma experiencia. Este recurso hace que el lector se sienta involucrado y
en sintonía con las ideas que se desarrollan.
Generalización
Mansilla también recurre a la
generalización como estrategia argumentativa para ampliar el alcance de su
crítica. Presenta comportamientos específicos como algo común y generalizado,
lo que refuerza su argumento de que el engaño y el autoengaño son fenómenos
universales en la sociedad.
Por ejemplo: "Nosotros los argentinos...
nos mentimos y engañamos a cada paso."
En esta afirmación, Mansilla
generaliza sobre los hábitos de los argentinos, presentándolos como una
característica compartida por toda la sociedad. Aunque es una simplificación,
sirve para enfatizar la magnitud del problema.
Apelación a la experiencia común
A lo largo del texto, Mansilla apela
a experiencias que cualquier lector podría haber vivido para validar sus
argumentos. Este recurso permite que el lector se identifique con la situación
y, al mismo tiempo, refuerza la idea de que el engaño es una práctica
extendida.
Por ejemplo: "No me digáis que nunca
habéis sido víctimas de esta clásica treta."
Al
sugerir que todos han sido víctimas de engaños, Mansilla hace que el lector
acepte su argumento como algo evidente y fácil de entender, lo que facilita la
persuasión.
Conclusión
Mansilla utiliza
una variedad de recursos argumentativos para sostener su crítica a la
hipocresía y el engaño en la sociedad argentina. A través de la ironía, las
preguntas retóricas, los ejemplos concretos y la apelación a la complicidad del
lector, él logra no solo exponer sus ideas, sino también involucrar emocional e
intelectualmente al lector en el proceso de reflexión. Estos recursos refuerzan
su estilo de causerie, creando un texto ágil, accesible y cargado de significado
crítico.
V. 2. La tesis
El elemento más importante de un
ensayo argumentativo es su tesis. Sin una tesis fuerte es imposible que un
ensayo sea exitoso.
La presencia de una tesis es lo que
diferencia a un texto argumentativo de cualquier otro, y por tanto es la parte
más importante de este tipo de textos.
Por lo tanto, la tesis es la opinión
de alguien sobre algo, es decir, una opinión sustentada. Esta debe plantearse en un principio,
para luego ser explicada y argumentada a lo largo del texto. Mayormente, los
autores utilizan este recurso para exponer su punto de vista u opinión acerca
de un determinado problema o situación.
En "Gato por liebre", una de
las tesis centrales es la crítica a la falsedad y el autoengaño[21] en
la sociedad argentina, donde las personas se acostumbran a aceptar las
apariencias en lugar de buscar la verdad. Mansilla sostiene que este
comportamiento no solo es común, sino que forma parte de una dinámica social en
la que todos, consciente o inconscientemente, prefieren ser engañados en lugar
de enfrentar la realidad.
Mansilla empieza el texto señalando
cómo los argentinos participan de un engaño colectivo, donde lo falso se
presenta como auténtico y todos se muestran satisfechos con la ilusión. Este
autoengaño es descrito por el autor como una característica cultural:
"Nosotros los argentinos... nos mentimos y engañamos a cada paso".
Esta frase resume la actitud de una sociedad que se acostumbró a aceptar lo
superficial, eligiendo creer en lo que conviene en lugar de lo que es real.
Un ejemplo de esto aparece en el uso
de la expresión "dar gato por liebre", una metáfora que refiere al
engaño: el acto de presentar algo de menor valor como si fuera algo valioso.
Mansilla extiende este concepto a la vida cotidiana de su época, donde las
personas aceptan las apariencias sin cuestionarlas.
Él también da ejemplos concretos para
reforzar su crítica. Describe cómo, en la sociedad, todos saben que están
siendo engañados, pero prefieren ignorar esa realidad: "Cerramos los ojos,
convencidos de que aquello que compramos es lo que queremos, aunque sepamos que
no es más que una ilusión". Este fragmento es un claro ejemplo de cómo la
gente elige el autoengaño. Aunque saben que están aceptando algo falso,
prefieren no cuestionar ni examinar la realidad con profundidad. Esta actitud
refleja la comodidad de vivir en una ilusión, lo que permite a las personas
evitar la incomodidad que genera enfrentar la verdad.
Uno de los aspectos más interesantes
de la tesis de Mansilla es la complicidad colectiva. No es solo que algunos
engañen a otros, sino que toda la sociedad participa de un pacto en el que
todos aceptan ser engañados y engañar a su vez. En un tono irónico, Mansilla
sugiere que este engaño mutuo es casi un acuerdo social aceptado por todos:
"Todos sabemos lo que estamos comprando, aunque prefiramos cerrar los ojos
y convencernos de lo contrario". Esta frase apunta a la idea de que el
autoengaño es una especie de mecanismo de supervivencia social, donde las
personas se engañan para evitar enfrentarse a las verdades incómodas sobre sí
mismas y los demás.
Para cerrar la idea de esta tesis,
Mansilla denuncia el hábito de vivir bajo apariencias y de aceptar la falsedad
como una norma social. Al recurrir a metáforas como la del "gato por
liebre" y a ejemplos concretos, el autor pone de manifiesto cómo este engaño
no solo se tolera, sino que es parte de la identidad cultural. La crítica de
Mansilla sigue vigente, pues invita al lector a reflexionar sobre cuánto de la
realidad que nos rodea está construida sobre ficciones que preferimos no
cuestionar.
V.3. Cierre del capitulo
Para cerrar este capítulo del
ensayo, es esencial resaltar cómo los recursos argumentativos que utiliza
Mansilla apuntalan su crítica a la falsedad y el autoengaño en la sociedad
argentina. A lo largo del texto, Mansilla emplea un conjunto variado de
estrategias, como la ironía, la comparación, y ejemplos de situaciones
cotidianas, que no solo capturan la atención del lector, sino que también
refuerzan la solidez de su argumento.
En cuanto a la tesis central de la
obra, es evidente que Mansilla busca desvelar la hipocresía que impera en
muchos ámbitos de la vida social. A través de su narrativa, sostiene que el
engaño no solo es un fenómeno común, sino que la sociedad, en su conjunto,
colabora activamente en mantener las apariencias. Este autoengaño, tanto
individual como colectivo, es el blanco de su crítica más aguda.
CAPÍTULO
VI
VI. 1. Conclusión:
En conclusión, el análisis de la
causerie "Gato por liebre" de Lucio V. Mansilla nos muestra cómo el
autor utiliza una variedad de técnicas para ofrecer una crítica social clara y
reflexiva. Durante este análisis, hemos visto diferentes elementos que nos
ayudan a entender cómo se construye su mensaje y qué estrategias usa para
comunicarlo de manera efectiva.
Primero, en cuanto a los actos de
habla, Mansilla utiliza sus palabras para hacer más que solo contar una
historia; quiere que el lector reflexione sobre lo que dice y cambie su manera
de ver todo. Usa el humor y la reflexión para hacer que el lector piense sobre
los engaños que ocurren en la vida diaria. Esto se conecta con los principios
de cooperación de Grice, que sugieren que Mansilla da la cantidad justa de
información, no se extiende demasiado y usa un lenguaje claro para que su
mensaje sea fácilmente comprendido.
La situación comunicativa en
"Gato por liebre" está claramente marcada: Mansilla habla
directamente a un lector que comparte su contexto social y político. Se siente
como una conversación entre el autor y el lector, lo que hace que sus ideas
sean más accesibles y personales. Este enfoque es propio de la causerie, un
tipo de relato que parece una charla informal pero que está lleno de
observaciones críticas.
En cuanto al cuadro actancial,
Mansilla se coloca como el protagonista que intenta revelar la verdad detrás
del engaño social. El objetivo de su narración es que el lector comprenda la
profundidad de estos engaños. Los obstáculos que enfrenta son las mentiras y
falsas apariencias de la sociedad, mientras que su estilo humorístico y
reflexivo actúa como su herramienta principal para combatirlas.
Al analizar el relato, usando las
ideas de Gérard Genette, entendemos que Mansilla juega con el tiempo, usando
saltos al pasado y reflexiones sobre el presente, lo que rompe la narración
lineal. Predomina la pausa, ya que a menudo se detiene en descripciones o
reflexiones, lo que permite al lector pensar más sobre las ideas presentadas.
También destaca el relato iterativo, donde Mansilla describe acciones que se
repiten en la vida de los personajes o en la sociedad, reforzando la idea de
que el autoengaño es algo constante.
Respecto al modo en que se narran
los hechos, Mansilla prefiere el discurso narrativizado, donde él mismo cuenta
la historia, manteniéndose a cierta distancia para poder reflexionar sobre lo
que ocurre. La focalización cero es clave, ya que le permite tener una visión
general y crítica de todo, sin limitarse a lo que un solo personaje puede ver.
Los mecanismos de cohesión que usa,
como la repetición de ideas clave sobre el engaño, ayudan a que el texto sea
claro y consistente. Los signos de puntuación, como las comas y los puntos
suspensivos, permiten que el lector se detenga en los momentos importantes,
invitando a la reflexión.
En cuanto a la semántica, Mansilla
juega con los significados de las palabras para dar más profundidad a su
crítica. La expresión "gato por liebre" no solo habla del engaño
literal, sino de cómo las apariencias engañan en muchos aspectos de la vida.
Los términos que utiliza, aunque a veces son propios de su tiempo, ayudan a
aclarar lo que quiere decir.
Entre los recursos argumentativos,
Mansilla usa ejemplos y comparaciones para hacer que su crítica sea más fácil
de entender. La tesis del texto es clara: la sociedad está atrapada en un
autoengaño constante, y el autor quiere que el lector lo reconozca y lo
cuestione.
Finalmente, la voz del narrador es
homodiegética, es decir, está narrada por un único narrador que ofrece su punto
de vista. El texto se sitúa en un contexto extradiegético, porque aunque es un
relato, los hechos tienen una conexión con la realidad. En cuanto al tiempo de
la narración, es ulterior, ya que los hechos ya han sucedido y el narrador los
cuenta desde una perspectiva posterior.
Para cerrar, "Gato por
liebre" es mucho más que una simple historia. Es una crítica social bien
pensada, presentada de manera accesible y entretenida. Mansilla utiliza
diversos recursos para que su mensaje sea claro y llegue al lector, mientras
invita a reflexionar sobre cómo el engaño y las falsas apariencias son parte de
nuestra vida cotidiana.
Cátedra de Literatura Argentina -
UBA - Recursos académicos sobre la
Generación del 80 y Lucio V. Mansilla.
Cervantes
Virtual - Biblioteca digital con recursos
sobre autores en lengua española, incluyendo estudios y textos de Lucio V.
Mansilla.
https://www.cervantesvirtual.com
El Historiador - Portal dedicado a la historia argentina,
incluye artículos sobre Lucio V. Mansilla y la Generación del 80.
https://www.elhistoriador.com.ar
Ensayistas.org - Portal dedicado a los ensayos en lengua
española, incluye textos y análisis sobre la obra de Mansilla.
Ensayos y estudios literarios en
sitios académicos - Artículos y análisis
sobre la obra de Mansilla.
Frey, María Luisa. (s.f.). LAS
RELACIONES TEXTUALES DE COHESIÓN Y DE COHERENCIA. Instituto Nuestra Señora de
Las Nieves.
Frey, María Luisa. (s.f.). Lucio V.
Mansilla y sus causeries. Instituto Nuestra Señora de Las Nieves.
Google Académico - Herramienta para buscar artículos académicos
y tesis sobre Gato por liebre y Lucio V. Mansilla.
Literatura Argentina Contemporánea -
Página con análisis y ensayos sobre
autores y obras clave de la literatura argentina.
Monografías.com - Análisis de obras literarias, incluyendo
Gato por liebre. https://www.monografias.com
Portal de la Biblioteca Nacional
Argentina - Información sobre Lucio V.
Mansilla y su obra. http://www.bn.gov.ar
Portal de Recursos Educativos del
Ministerio de Educación de Argentina - Información
sobre la literatura argentina del siglo XIX y XX, con estudios sobre Mansilla.
Portal de Revistas Científicas de la
UNAM - Publicaciones académicas sobre
literatura y cultura latinoamericana, con artículos sobre Mansilla.
Red Cultural Mercosur - Artículos sobre la cultura y literatura del
siglo XIX en Argentina, con información sobre Mansilla.
http://www.redculturalmercosur.org
Quiero expresar mi agradecimiento a
mi profesora de Lengua y Literatura Maria Luisa Frey, quien durante estos tres
últimos años del secundario me ha guiado con dedicación y exigencia. Aunque su
forma de enseñar es estricta, he llegado a valorar cada una de sus correcciones
y consejos ya que su objetivo principal fue que siempre podamos adquirir nuevos
conocimientos sin importar la cantidad de veces que lo hagamos mal, (que en mi
caso fueron muchas). Gracias a su esfuerzo, aprendí mucho más de lo que hubiera
imaginado. Su paciencia, firmeza, humor y cariño han influido mucho en mí, por
ello, sus clases, aunque muchas veces no tenia los trabajos necesarios, fueron
muy lindas, graciosas y llevaderas, por eso estoy muy agradecida ya que no es
fácil y no todos los docentes pueden lograr esa coneccion y esa forma de educar
que ella si logro. Estoy segura de que todo lo que me ha enseñado me seguirá
acompañando en las siguientes etapas de mi vida. <3
Por
último, quiero agradecerle a mi padre que arregló la impresora para que pueda
entregar el ensayo a tiempo.
PD:
Aunque seguramente este ensayo tenga algunos errores quiero que sepa que lo
hice con mucho amor y dedicación
[1] Juan Manuel de Rosas (1793-1877)
fue un caudillo y político argentino que gobernó la provincia de Buenos Aires
en dos períodos (1829-1832 y 1835-1852). Su mandato se caracterizó por un
férreo control político y social, manteniendo un régimen autoritario que
promovía el federalismo.
[2] Esteban
Echeverría (1805-1851) fue uno de los intelectuales y escritores más
influyentes de la Argentina del siglo XIX, además de ser una figura clave en la
Generación del 37. Su obra literaria y su pensamiento político jugaron un papel
crucial en el desarrollo de las ideas liberales y románticas en el país, en
oposición al régimen autoritario de Juan Manuel de Rosas
[3] Juan
Bautista Alberdi (1810-1884) fue un destacado abogado, político, diplomático y
uno de los más influyentes pensadores argentinos del siglo XIX. Es conocido
principalmente por ser el autor intelectual de la Constitución Argentina de
1853, que sentó las bases del país moderno después de años de guerras civiles.
[4] Domingo Faustino Sarmiento
(1811-1888) fue un destacado intelectual, educador, escritor, militar y
político argentino, recordado principalmente por ser uno de los más fervientes
promotores de la educación pública y por su lucha por el progreso y la
civilización en Argentina. Sarmiento fue presidente de la República Argentina
entre 1868 y 1874.
[5] La teoría de los actos de habla fue
desarrollada por el filósofo británico John L. Austin y luego ampliada por John
Searle. Según esta teoría, al hablar, no solo producimos enunciados, sino que
también realizamos acciones como prometer, pedir, ordenar, preguntar, o
expresar emociones.
[6]Asertivo: Afirma algo sobre el mundo
[7] Directivo: Provoca una acción o reflexión
[8]Expresivo: Muestra una actitud o emoción
[9] Comisivo: Compromete al hablante a una
acción
[10] "Gato por liebre" es una de las
obras más significativas de Lucio V. Mansilla, un destacado autor, político y
diplomático argentino del siglo XIX. Publicada por primera vez en 1870, esta
obra se enmarca dentro de un contexto social y político convulso en Argentina,
caracterizado por tensiones entre diferentes clases sociales, una búsqueda de
identidad nacional y un cuestionamiento a las élites gobernantes. El título,
que hace referencia a la expresión popular que alude a un engaño, es un
indicativo de la temática central de la obra: la crítica a la hipocresía y el
engaño en la sociedad argentina.
[11] En esta causerie se reflexiona
sobre la relación profunda y emotiva entre una madre y su hijo. A través de
anécdotas personales y observaciones
[12] Gérard Genette (1930-2018) fue un influyente crítico literario y
teórico francés, conocido por su trabajo en narratología, que es el estudio
teórico de los elementos narrativos y cómo funcionan en los textos literarios.
Genette propuso un enfoque sistemático para analizar cómo se construyen los
relatos, y su obra más importante, "Figures
III" (1972), es un texto fundamental para la teoría narrativa. En este
libro, presenta una serie de conceptos que han sido clave para el análisis
literario.
[13] Los
hechos narrados pertenecen solo a la ficción.
[14] Los
hechos narrados son verosímiles y pueden ocurrir en la realidad.
[15] Es
cuando se incorporan en la ficción otros tipos de textos como cartas, telegramas, blog, noticias, etc. Para
que esta categoría este presente deben estar
los otros textos en forma completa, no solo mencionados. Cuando se
realiza la ficha se deben hacer dos
listas. Una con los textos explícitos y otra con los implícitos.
[16] Los
hechos narrados ya acontecieron
[17] Los
hechos narrados son contados antes de que sucedan. Siempre se relaciona con planes que tiene el personaje
que se relatan antes de que se realicen
[18] Los
hechos narrados ocurren mientras se relatan
[19] Es
cuando el narrador va y viene en el tiempo con los hechos que narra, es decir que aparecen relacionados el tiempo
ulterior, con el simultáneo o el simultáneo
con el anterior
[20] Un
signo lingüístico, según Ferdinand de Saussure, consta de un significante (el
conjunto de sonidos o letras que forman una palabra) y un significado (el
concepto o idea que evoca esa palabra).
[21] El autoengaño es el acto de
engañarse a uno mismo, creyendo o aceptando como verdadero algo que en el fondo
se sabe falso, para evitar enfrentar una realidad incómoda.
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