reseña critica "las pruebas de imprenta"

   Una historia llevadera 

Las Aventuras de las Pruebas de Imprenta está escrito por el autor Rodolfo Walsh del cual voy a contar un poco: Rodolfo nació el 9 de enero de 1927 en Lamarque, en la provincia de Rio Negro. Walsh era un periodista, escritor, y traductor argentino, sin embargo, tenía ascendencia irlandesa. Ya cuando era chico, se había mudado a la provincia de Buenos Aires para estudiar en la secundaria, posteriormente a eso, estudió la carrera de Letras en la Universidad Nacional de La Plata. Él se destaco en el género policial y novelas no ficción, también tuvo una distinción con El Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires, por Variaciones en rojo. En 1956 la frase “Hay un fusilado que vive” lo llevó a escribir su gran obra titulada Operación Masacre, con la investigación sobre acontecimientos históricos argentinos, como El fusilamiento de José León Suarez. Otros textos importantes fueron Los oficios terrestres (1965) Un kilo de oro (1967) ¿Quién mató a Rosendo? (1969) Carta abierta de un escritor a la Junta Militar (1977). La publicación del ultimo mencionado, lo llevo a su asesinato. Su reflexión tras cumplirse un año del golpe de estado constitucional, llevó a el Grupo de Tareas 3.3. de la Escuela de Mecánica de la Armada, comandado por Alfredo Astiz y Jorge Acosta que lo secuestren y luego terminen con su vida el 25 de marzo de 1977.

Sobre las pruebas de imprenta, empieza después del llamado de la mujer de Raimundo Morel, Alberta, quien informa que estaba muerto. Este hombre trabajaba como revisor de textos en una editorial, al igual que Daniel Hernández. Cuando el comisario Jiménez se notifica del caso, se pone en contacto con todos los cercanos del difunto.

Hernández figura como uno de los implicados ya que fue el último que lo ha visto con vida. Hay que aclarar que Daniel y el comisario previamente solían conversar sobre los casos que había resuelto la policía. Ésta será la oportunidad perfecta para que Daniel pueda participar activamente de la investigación.

En el cuarto donde murió Morel aparecen, además del muerto  sentado, un arma, los elementos que sirven para su limpieza, un vaso con alcohol y unos trabajos que Morel había estado corrigiendo previamente. Luego, Jiménez recoge las correcciones del editor y se las entrega a Daniel. Éste hace uso de todo lo que en esas páginas aparece para entender lo que allí había ocurrido.

En mi opinión, este libro me pareció interesante ya que me gusta mucho el género policial, también me gusto que en esta historia hay confusión entre si es un suicidio o un asesinato ósea que no solo hay que encontrar el culpable si no que se investiga ambas cosas.

Con respecto a los personajes aunque no se profundice tanto sobre ellos me parece mejor ya que eso pausa mucho la lectura y lo hace difícil de leer. 

 

En cuanto a la lectura, me pareció un texto bastante entendible y no era pesado. Lleva a cabo varias escenas como la declaración de Alberta cuando vio el cuerpo, la declaración de Agustín por cómo estaba su hermano últimamente y las charlas de teorías sobre el caso entre Jiménez y Daniel. Como ya mencione antes aunque hay varias teorías sobre la muerte, es muy claro de entender.

En conclusión, es un libro fácil de leer, lo recomiendo para gente que le guste el género policial. Tiene los personajes justos y necesarios, no aburre con la historia de cada uno ya que no profundiza . Te va a entretener como hasta el final no sabrás cuál de las teorías es real y siguiendo cada pista. 

Le doy 4 de 5 estrellas.

⭐⭐⭐⭐☆